Breve nota no publicada en el libro.
Bueno, para el momento puedo decir que se trató de todo una confabulación orquestada contra "El Embrujado" mucho antes que tuviera conocimiento de si mismo. Y es probable que aunque lo intuyó, siempre pensó que se inició en la secundaria, pues siendo un autista empedernido muchos quisieron usarlo para su desprestigio. Este informe es tan confidencial, que incluso por pura coincidencia cuando fue a "Porvenir"(Una entidad que mediante ella se obtiene pensiones para los adultos mayores) a ver si lograba conseguir alguna respuesta a su inquietud, no solo por tener varillas en la columna vertebral, si no que hasta los más descarriados de la vida le salieron a provocar como si se fueran a ganar una lotería, y que obedeciendo a otros de más poder en las calles, convirtieron su imaginario en una especie de festín de desprestigios mediante "Lenguilarga" que sin ninguna compasión difamó hasta más no poder decir, pero que a larga, y según lo contado por el comisario Rincón, todos no son más que los aúlicos de un régimen imaginario que para lavarse sus manos los utilizan. Se lo hacían en los laberintos de aquellos fantasmas que pululan inescrutables dentro de su entorno para que lo entendiera. Verbi y gracia: Le mandaban algún agente de ley que tuviera el mismo nombre y apellido de un familiar, tal y como le sucedió cuando hizo el curso de la normal para bachilleres, y en donde un profesor gendarme que tenía el mismo apelativo y denominación de un primo importador, y mediante esa labor melodramática le hizo creer que todas las autoridades de Bello Horizonte lo perseguían, o más bien hay qué decir que desde esos tiempos trataron de ir creando la paranoia de la persecución. Eso mismo le sucedió en una organización juvenil en Bogotá cuando fue a hacer un curso de ideas políticas, mientras en su tierra natal hacían el escándalo porque según las autoridades habían colocado unos petardos en el centro de la ciudad, y como no lo veían por las calles, según el compañero de ideario que dirigía aquel curso, le dijo que lo estaban acusando de lo sucedido. Siendo todavía un estudiante de bachillerato, una vez con otros compañeros que también estudiaban en la universidad fueron detenidos por escribir consignas en las paredes del colegio que estudiaba con otras compañeras que también fueron detenidas en una celda adonde un poco tiempo después en la misma vivió un bochornoso espectáculo en medio de la algarabía de los ladrones que en esos tiempos cayeron en una larga redada, pero que a él ya en ese entonces, cuando iba a cumplir una cita con una muchacha, el amigo con el que estaba lo drogó con solo dos tragos de licor para que así pasara desapercibido el robo del dinero que acababa de recibir del primer sueldo del magisterio, mientras le decía que había provocado a unos gendarmes porque estaba ebrio. En realidad no era así, ya que no era bochinchero ni nada que se le pareciera, pero que con los años de diferentes maneras y mediante recursos sicológicos adonde el miedo y el licor, e incluso los atracos de que fue víctima, y la fama que tenía de ser hijo de un comerciante adinerado, fueron tejiendo toda una red de blasfemias que incluso todo parecía que ni el mismo padre lo reconocía como su hijo. Así, los lenguaraces orquestaron más de un complot para pescar en esos ríos revueltos en que lo metieron, que todavía más de uno por las últimas calles que anduvo y por los diferentes pueblos donde fue a trabajar salieron a ver qué se conseguían. Le gritaron, lo humillaron, y no hubo calles ni sitio de trabajo y de vivienda adonde no fuera atormentado, orquestaron sus complots sicológicos, ya llevaban casi medio siglo sin que haya poder humano que pueda quitar ese lastre que toda esa bazofia de imaginarios impusieron mediante el miedo.
-¿Cómo se llamaba el profesor que en Villa Gladys de Engativa, que llegó a quitar el puesto del curso que tenía en primaria? Le preguntó en ese entonces el comisario Rincón a Julián.
Este era de origen godo que había llegado con todo sus ímpetu a desprestigiar por ser un directivo que aprovechando que este desde muy joven, ya iba por el camino del desespero a que lo llevaba el alcoholismo, y al que solo había que dar alguna ayuda como para que se matara. Sabían que así podrían provocar "El Delirium Tremen" mediante sustos y robos, sin entender que Memín, un hijo de un gendarme que estudiaba en la misma universidad en la que este estudiaba, se había vuelto junto con otros amigos su comparsa, y que aquel profesor logró ridiculizarlo con sus compañeras de trabajo haciéndoles creer que estaba loco, y en medio de toda una serie de diatribas adonde todos hablaban de persecuciones sin ser ciertas, porque nunca a ninguno de ellos les pasó nada.
Ni que decir cuando durante mucho tiempo le tocó irse de "La Casa Embrujada" a hospedarse donde una amiga en el barrio Santafé donde según ella también era una perseguida. Incluso en más de una ocasión estos vecinos de aquella casa se habían propuesto someterlo a diversas argucias de provocaciones en todo el vecindario con el rumor de que parecía ser un delincuente sin haber infringido nunca la ley, mientras sus familiares aducían que eso era por ser un alcohólico, y con los años entendió que los trabajos que muchas veces hacen las autoridades de manera subrepticia y coordinada para hacer que una persona se desencaje de si misma, conociendo sus hábitos y costumbres pueden desorientar a una persona, y llevarla hasta la muerte; personajes que en aquellos tiempos no eran más que unos delincuentes enquistados en ese imaginario social que tanto daño le ha hecho. El día que el Comisario Rincón por primera vez se le apareció en Venezuela justo en el Gran Café de Chacao en Venezuela, adonde Henri Charriere escribió su famosa novela "Papillon" y que en francés quiere decir "Mariposa", que fue llevada al cine en 1.973 por Franklin Shaffner con la participación de Steve McQueen y Dustin Hoffman como actores principales, su imaginario personal cambió para siempre porque comprendió que siempre había tenido un perseguidor particular que debería de tener mucho poder entre esos organismos.
A pesar que en estas historias probablemente no vuelva a aparecer, o que de pronto sus vestigios se puedan ver en una de estas crónicas, hay que resaltar que su leyenda se parece a la de aquel personaje que representó Alain Delon en la búsqueda de un personaje que le usurpó su identidad a otro, en los tiempos de la segunda guerra mundial, y al querer descubrirlo juntos terminarían en uno de los vagones de aquellos trenes siniestros que los alemanes se inventaron para exterminar a los judíos, más conocidos como los vagones de la muerte donde morían asfixiados por el gas, no sin antes haberles quitado sus joyas y menajes personales que tuvieran algún valor.
Y claro que el comisario a pesar de haber advertido sobre el problema de su identidad, nunca sospechó que estuviera envuelto en un halo de misterio donde políticos, miembros de los servicios de inteligencia, e incluso tal y como le sucedió en otro país hermano, era como si desde antes de nacer estuviera marcado por esos imaginarios malsanos. Todavía recuerdo lo que una vez me dijo el comisario Rincón, que hoy todavía uno no entiende:
- A muchas personas no solo los hacen aparecer como locos o idos de si mismos, que incluso crean toda una leyenda de infamias, mientras logran sus propósitos.
Para la muestra un botón. "Son herencias malditas".